Los Perucha y Horcajada en Sigüenza entre 1850 y 1912
Esta entrada es una continuación de lo escrito en los epígrafes sobre la familia Perucha en Hiendelaencina.
A finales del siglo XIX Gregorio Perucha García y su familia, compuesta por su mujer Balbina Blanco de la Orden y sus cuatro hijos, ocupan una importante posición en la economía de la ciudad de Sigüenza. La familia, que había dejado el pueblo de Hiendelaencina tras el agotamiento de sus minas de plata, regenta varios negocios en la ciudad y son numerosos sus viajes a Madrid con la nueva línea de ferrocarril, para gestionar los asuntos relacionados con los temas minero y ganadero y, suponemos, disfrutar de las maravillas de la Villa y Corte.
Los hijos del matrimonio Perucha- Blanco van creciendo y se casan en Sigüenza ; en primer lugar Casimira, con Jose Maria Pascual, ingeniero nacido en Gascueña, cerca de Hiendelaencina, que también es periodista y colaborador de varias revistas de la época. Jose Maria Pascual merece un lugar destacado en esta entrada ya que nos ha dejado numerosos artículos sobre el movimiento y costumbres de nuestra familia, algunos de los cuales reproduciremos en esta entrada.
En segundo lugar se casa Juan Manuel Perucha (mi bisabuelo) que lleva su nombre en homenaje a su abuelo paterno y a su padrino Juan, hermano de Gregorio.
Juan Manuel se casa con Nemesia Horcajada Martinez, hija de Ponciano Horcajada Sanchez, industrial residente en Sigüenza pero nacido en Castejón, en la Alcarria conquense, de familia de molineros y horneros alcarreños y dueño de varios negocios en Sigüenza, entre ellos una fonda en las afueras de la ciudad, cerca de Carabias y una bodega con tienda de alimentación en la calle del Humilladero de la capital seguntina.
Por lo que sabemos, Ponciano intenta dar a Nemesia y a su hermana Antonia la esmerada educación de las señoritas de la época, con gran aprovechamiento al menos por parte de Nemesia. En el recorte de prensa inferior se indica que obtuvo sobresaliente en los exámenes de su carrera de piano en el conservatorio de Madrid, en 1890.
Ponciano deja de tener suerte en los negocios hacia en la década de 1880. Técnicamente se arruina, o bien deja de pagar a Hacienda , algo que le llevan incluso a perder la capacidad de voto en las elecciones de 1880 ( hasta 1890 no hubo elecciones por sufragio universal masculino ) más las desavenencias económicas con su hijo mayor Prudencio y con su nuera, reflejadas en el testamento de Ponciano, le podrían haber obligado a «organizar » el casamiento de Nemesia con Juan Manuel , de fortuna más saneada en aquel momento.
Seguidamente se casa Joaquín, con María Hervás, y nos queda Maximina, que hasta donde he podido saber queda soltera.