Tras realizarse una prueba de ADN, los laboratorios entregan  datos en bruto que pueden ser interpretados por las propias compañías o por diferentes calculadoras, que disponen de una base de datos  de segmentos de ADN de personas procedentes de poblaciones de todo el mundo. 

En algunos casos, las estimaciones étnicas pueden resultar un poco sorprendentes ya que no recordamos antepasados procedentes de otros países o regiones entre las poblaciones componentes de la tarta étnica.  Además de estos diagramas,  muchas  empresas o calculadoras intentan profundizar aún más intentando adivinar las regiones de procedencia del usuario dentro de un país de origen. 

Los datos han de tomarse siempre con una cierta distancia pero suelen ser muy interesantes en caso de búsquedas genealógicas con poca o nula documentación. También  son muy útiles en el caso de antepasados ancestrales de la Península Ibérica en personas residentes en Latinoamérica, aunque en estos casos ees importante determinar el impacto de las nuevas poblaciones que se fueron asentando en la zona concreta de donde procede el usuario.  

En el caso que nos ocupa, mi propia estimación étnica según la calculadora k47, se adivina una mezcla mayoritaria de ADN de origen celta, junto con el ibérico del norte y el del los pueblos germánicos del norte pero  se advierte también un pequeño aporte del norte de Africa y península Arábiga. 

Claramente se requiere una explicación meditada de los resultados, que ha de conjugarse con los datos genealógicos que puedan recabarse .